A una distancia de 250 millones de años luz en dirección a la constelación de Centaurus, una colosal concentración de materia de 400 millones de años luz de tamaño está atrayendo a millones de galaxias y, entre todos ellos a nuestra galaxia la Vía Láctea y todo su vecindario.
En una entrada anterior, hablamos de la estructura a gran escala del Universo. En ella vimos que las galaxias están agrupadas en grandes cúmulos y supercúmulos separados entre sí por enormes vacíos de materia visible. El Gran Atractor es una de esas estructuras y se ha identificado como una anomalía gravitatoria. Un gran volumen del espacio, incluyendo el supercúmulo de Virgo, de Centaruro-Hydra y nuestra propia galaxia está fluyendo hacia el Gran Atractor a una velocidad de 22 millones de kilómetros por hora.
El Gran Atractor se asemeja a una enorme pared de galaxias y está situado en una zona oscurecida para los observadores del Sistema Solar ya que cae en la Zona de Evasión donde el polvo y las estrellas de la Vía Láctea oscurecen parte del cielo visible desde la Tierra. Un extremo se sitúa en la dirección de la estrella Mu Velorum y el otro en dirección a Al Dhanab en la constelación de Grus.
El Gran Atractor (A3627) situado en el Muro de Centauro |
La enorme estructura del Gran Atractor se extiende a lo largo de 400 millones de años luz y se une por el centro con el Muro de Centauro, en cuya intersección está el supercúmulo de Norma. Algunos investigadores proponen que el Supercúmulo de Norma marca el centro de masa del Gran Atractor. El Supercúmulo de Virgo y de Centauro-Hydra, parecen formar parte del Muro de Centauro o, al menos, extensiones del mismo. Las galaxias se estructuran en filamentos y nudos, dejando grandes vacíos entre sí. El Supercúmulo de Virgo está situado en uno de esos nudos. De él, parten dos filamentos, uno que contiene a la Vía Láctea junto al Grupo Local; y otro que parte en ángulo recto hacia un nudo formado por el Cúmulo del Centauro. Desde este nudo, parte otro filamento hacia el nudo del Cúmulo de Norma que es parte de la pared del Gran Atractor.
Núcleo del Gran Atractor en rayos X |
El núcleo del Gran Atractor parece por tanto, estar dominado por el prominente Supercúmulo de Norma.
En los años 80 se detectó una excesiva densidad de galaxias en este cúmulo tanto mediante telescopios ópticos como con infrarrojos, pero nunca se había detectado ningún pico dominante. Gracias a las observaciones con rayos X se ha detectado una inusual densidad de galaxias, algunas de ellas en colisión con otras, lo que hace suponer que constituye el centro de masa del Gran Atractor.
Aunque todas las galaxias de la región del Gran Atractor presentan un desplazamiento al rojo, las variaciones en este desplazamiento revelan la existencia de una concentración de masa que es estima en 5,4x1016 veces la masa del Sol. Esta colosal agrupación de materia hace que las galaxias situadas al otro lado presenten un desplazamiento al azul; es decir, se están acercando hacia el Gran Atractor, conteniendo así la velocidad esperada por la expansión del Universo. Es más, los últimos estudios revelan que la fuerza gravitatoria que tira de las galaxias por el lado de la Vía Láctea es el resultado de la masa del Gran Atractor y de los cúmulos de galaxias situados tras la pared.
Imagen del Telescopio Espacial Hubble de la región del Supercúmulo de Norma donde se encuentra el Gran Atractor |
Hasta hace algunos años, el extraño Gran Atractor estuvo relacionado con otro misterio no menos extraño. Se trata del flujo oscuro y que es una tendencia de la velocidad observada en el movimiento a gran escala de los cúmulos galácticos, que parecen desplazarse hacia una zona situada en dirección a las constelaciones de la Vela y el Centauro. Estas velocidades son diferentes de las esperadas por la expansión del Universo y no parecen decrecer con la distancia.
La explicación a ese movimiento se atribuyó al Gran Atractor, pero otras teorías implican algo “fuera” de nuestro Universo observable. Trataremos este tema en una próxima entrada.