Obra del entusiasmo de Charles Messier es quizás, el catálogo de objetos nebulosos más famoso y utilizado por los aficionados.

Tras quedar huérfano a los 21 años se marchó a París donde fue contratado por el astrónomo real Joseph Nicolas Delisle. Destacó por su habilidad para el dibujo, lo que le llevó a trabajar en el observatorio de la Marina Real que se encontraba en la torre del Hotel Cluny de París.
La búsqueda de
cometas se convirtió para Messier en su principal ocupación. Sin embargo
los telescopios de la segunda mitad del siglo XVIII no eran muy precisos. Las
lentes tenían
defectos propios de la técnica de tallado y en muchas ocasiones producían distorsiones
en la imagen, además de la poca resolución de los
instrumentos de la época. Estos problemas habían que las imágenes eran
borrosas y era fácil confundir, por ejemplo, un cúmulo estelar
con una nebulosa. Para Messier esto se convirtió en un problema ya que en la búsqueda de
cometas las manchas difusas de algunas nebulosas o cúmulos de
estrellas se confundían con los tenues cometas.
Debido a esto, Messier comenzó a interesarse por esos molestos objetos difusos que aparecían en ocasiones en el ocular de su telescopio, con el fin de evitar confusiones. Así fue como Messier comenzó a recopilar en un catálogo todos esos objetos.

La cifra final de 110 se alcanzó en la década de los sesenta del siglo pasado cuando se descubrió una carta de Méchain en el almanaque del observatorio de Berlín del año 1786 donde se mencionaban estos objetos.
Es importante destacar que muchos de los objetos incluidos por Messier en su catálogo ya eran conocidos, pero la labor de este estudioso del cielo consistió en catalogarlos junto con los nuevos que el y Méchain encontraron eliminando errores en posiciones. A pesar de que los instrumentos utilizados por Messier no tenían la precisión necesaria, su catálogo destaca por sus descripciones y por la exactitud de las mediciones.
Para Messier, muchas de las nebulosas y cúmulos estelares catalogados no eran más que manchas difusas que con los instrumentos actuales pueden resolverse fácilmente en nebulosas, cúmulos estelares o galaxias. Así, en el catálogo figuran 39 galaxias, 29 cúmulos globulares, 27 cúmulos abiertos, 4 nebulosas planetarias, una estrella doble, una nube galáctica y un objeto inexistente (M102). Destaca la inclusión del conocido cúmulo estelar de las Pléyades. Alan Mac Robert indica que se incluyó debido a que cuando se observaban cerca del horizonte se podían confundir con un cuerpo difuso.

Después de Messier se han elaborado otros catálogos de objetos no estelares que superan los 110 objetos de Messier. A finales del siglo XIX J.L.E. Dreyer compiló el New General Calatogue (NGC) en el que se incluyeron 7.480 objetos. Unos años después se incluyeron otros 5.386 objetos en el denominado Index Catalogue (IC).